Esta tarde fuimos a Nairobi a recoger el equipo (lo que más nos gusta de los conciertos), de allí al local y luego a tomar un cafelillo. Tanto Samu como Anto y yo, no podíamos creernos lo bien que salieron las cosas el viernes por la noche, y sobre todo lo bien que se portó la gente con nosotros, que abarrotaron el sitio y no pararon de bailar en todo el concierto.
Estábamos preocupados porque últimamente no hemos podido ensayar mucho por razones laborales, y hemos tenido que sacar tiempo de debajo de las piedras. También era nuestra presentación en Córdoba con Samu a la batería y queríamos que todo saliera perfecto. Y por suerte así es como salió.
Ahora toca ensayar mucho más, meter más canciones nuestras en el repertorio y alguna que otra versión diferente para el próximo concierto. Esperemos que en estos días que vienen sean fructíferos y vayan saliendo más fechas para tocar.
¡Muchas gracias a todos los que os llegásteis, nos vemos en la próxima!